Los entornos laborales saludables se caracterizan por ofrecer condiciones que impactan de forma positiva la calidad de vida laboral de los trabajadores. Entre los indicadores de la CVL se encuentran ciertos relacionados con las personas (compromiso, motivación y satisfacción), con el medioambiente de trabajo, con el entorno socio laboral y otros con la Organización, entre estos últimos se hallan los factores psicosociales.
La identificación, evaluación, prevención, intervención y monitoreo de factores psicosociales se encuentra regulada en Colombia por las disposiciones de la Resolución 2646 de dos mil ocho, y también implica sinergia de factores intralaborales, extralaborales e individuales. En este marco, las intervenciones deben ser planteadas de forma participativa con los colaboradores, ya que actúan como intercesores de la respuesta en frente de las condiciones generadoras de estrés e incorporan estas acciones en su cotidianeidad.
La intervención psicosocial, vista desde el enfoque de organizaciones saludables y positivas, va más allá de fomentar los factores protectores y prevenir y también intervenir los factores de riesgo: implica dotar a las organizaciones de prácticas y recursos inmejorables y dotar a las personas de estrategias y recursos personales que les permitan encarar las condiciones y desafíos que implica el trabajo, lo que conduce a consiguen resultados (individuales y organizacionales) que impacten de forma positiva a los clientes y la sociedad:
Marco para construccion de ambientes de trabajo saludables y positivos
Las intervenciones orientadas a construir ambientes de trabajo, se enmarca en 2 orientaciones: colectivas (cara la organización y equipos) e individuales (hacia colaboradores y líderes).
Intervenciones Colectivas
• Tarea: relacionadas con las características de la labor misma (autonomía y control, claridad del rol, pluralidad de labor, información y retroalimentación).
• Prácticas Organizacionales: políticas directivas, RRHH, comunicación, procesos, conciliación, clima y compromiso y capacidad resiliente.
• Recursos sociales: trabajo y activas de equipo, relaciones interpersonales con compañeros (redes de apoyo), interacción con clientes del servicio y usuarios, cultura y valores.
Intervenciones Individuales
• Colaboradores: fomentar conductas adaptativas y de afrontamiento, cambio de la manera de ver las situaciones (percepción e interpretación), manejo de emociones y motivaciones (sentido del trabajo) y adopción de estilos de vida saludable.
• Líderes: fomentar el desarrollo de capacidad para motivar a su equipo, promover la participación y el logro de altos estándares de desempeño y resultados, estimular y alentar la creatividad y también innovación, percibir a sus cooperares y edificar confianza.
¿Para qué exactamente construir ambientes de trabajo saludables y positivos?
Las empresas saludables pueden cumplir al tiempo su misión y objetivos de crecimiento, y promover el desarrollo, salud y bienestar de sus cooperadores. Las practicas organizacionales saludables y la construcción de entornos de trabajo positivos:
1. Se relacionan positivamente con el compromiso individual, el desempeño eficaz de los equipos y la fidelidad de los clientes.
2. Incrementan la satisfacción y compromiso derivados de la conciliación trabajo – familia y las relaciones sociales fuera de la compañía.
tres. Tienen consecuencias positivas en el desempeño y productividad de personas y equipos, bajando los índices de error y reprocesos.
4. Reducen la presencia de conductas laborales contraproducentes (pérdida intencional de productividad, eficiencia, deterioro de recursos).
5. Bajan los niveles de agobio y burnout, así como la afectación a la salud y también incremento de enfermedades profesionales.
seis. Hacen a las compañías eficientes y atractivas en 2 vías:
– Interiormente. reducen los índices de rotación y aumentan la retención
– Externamente: Construyen imagen y reputación como buen empleador, atrayendo al mejor talento.