Bryan Johnson no es un individuo común. Residiendo en el soleado estado de California, este multimillonario de 46 años ha emprendido una cruzada para desafiar lo que significa el envejecimiento. Su meta es clara: vivir más de 200 años.
La Rutina Antiedad de un Multimillonario
Bryan dedica una impresionante suma de 2 millones de dólares anuales en busca del secreto de la juventud. Siguiendo un riguroso plan que podría parecer salido de una novela de ciencia ficción, busca reducir su edad biológica. ¿El objetivo? Sentirse y lucir mucho más joven que su edad cronológica.
Johnson vive en una hermosa casa en un pequeño y elegante barrio de Venice, California. Duerme ocho horas y se levanta religiosamente a las 5 de la mañana. Al incorporarse de la cama, se pesa en una balanza que utiliza “impedancia eléctrica” para medir su peso, índice de masa corporal, nivel de hidratación, grasa corporal y su velocidad de onda del pulso.
Luego enciende su lámpara de fototerapia (que imita la exposición al sol) durante dos o tres minutos para restablecer su ritmo circadiano. Se toma la temperatura del oído interno para controlar los cambios en su cuerpo y comienza su ingesta de 111 píldoras diarias, con las primeras dos de ferritina para aumentar su hierro, junto con otra que contiene vitamina C.
Se lava la cara, usa una crema para prevenir las arrugas y se aplica un láser a través de una máscara luminosa durante cinco minutos. La misma cuenta con luces rojas y azules diseñadas para estimular el crecimiento de colágeno y controlar las imperfecciones.
Johnson también monitorea cada vez que se levanta el dispositivo que usa en su pene mientras duerme para medir sus erecciones nocturnas. “Tengo, en promedio, dos horas y 12 minutos cada noche de erección de cierta calidad. Para tener 18 años, deberían ser tres horas y 30 minutos. Las erecciones nocturnas son un marcador biológico de edad para su función sexual y cardiovascular”, afirmó.
A las 6 de la mañana baja a desayunar. El régimen de suplementos Blueprint está dispuesto en el mostrador de la cocina de Johnson, organizado de izquierda a derecha. Comienza con gotas para los ojos para sus pre-cataratas y luego usa un pequeño dispositivo vibratorio contra el costado de su nariz para estimular un nervio que aparentemente ayuda a sus ojos a producir lágrimas.
A pesar de la firme creencia de Johnson en su régimen, muchos expertos médicos muestran escepticismo. Argumentan que aunque ciertos tratamientos pueden tener mérito, la combinación de tantos podría ser potencialmente peligrosa.
Más Allá de la Polémica: ¿Es Posible la Inmortalidad?
Mientras que algunos especialistas, como el Dr. Gabriel Lapman, reconocen ciertos elementos beneficiosos en el método de Bryan, otros, como el Dr. Nir Barzilai, expresan serias dudas sobre la viabilidad y seguridad de su enfoque.
A pesar de estas críticas, Johnson no se detiene y continúa su búsqueda, convencido de que su camino es el correcto.
Johnson ha recibido múltiples críticas, especialmente de parte de médicos especialistas que critican su forma de vida y fundamentalmente su consumo de tantos suplementos en pastillas.
“La muerte no es opcional. Está escrita en nuestros genes”, afirmó el doctor Pinchas Cohen, decano de la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California a la revista TIME.
Cohen afirma que vivir más tiempo en el futuro es ciertamente posible: en el transcurso del siglo XX, la esperanza de vida humana aumentó de alrededor de 50 años a más de 80 años. Pero vivir para siempre no lo es.
“No hay absolutamente ninguna evidencia de que sea posible y no hay absolutamente ninguna tecnología en este momento que sugiera siquiera que vamos en esa dirección”, agregó.
“Si quieres la inmortalidad, deberías ir a una iglesia”, añadió el Eric Verdin, director ejecutivo del Instituto Buck para la Investigación sobre el Envejecimiento quien contactó a Johnson para colaborar en algunas investigaciones, pero nunca recibió respuesta.
Y el doctor Nir Barzilai, director del Instituto de Investigación del Envejecimiento de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la ciudad de Nueva York, fue el más crítico Barzilai al plantear que tiene serias reservas acerca de que Johnson tome tantos suplementos y tratamientos a la vez, y advierte que todas las diferentes píldoras podrían interactuar entre sí de manera peligrosa.
“No se ha demostrado que lo que está haciendo sea seguro, porque algunos de los tratamientos que está tomando en realidad son antagónicos entre sí”. “Los médicos normalmente investigan los efectos de un fármaco a la vez, en lugar de los efectos acumulativos de cada uno. Y si más de 100 pastillas a la vez funciona para él, ¿cómo sabes que funciona para todos?” se preguntó Barzilai. “Blueprint no es un experimento que aceptemos como científicos o médicos”, concluyó.
Bryan Johnson se ha convertido en un ícono en el ámbito de la bioingeniería de salud. Su pasión y compromiso han llevado a cuestionamientos sobre lo que significa la vida, el envejecimiento y hasta dónde estamos dispuestos a llegar para prolongar nuestra existencia.
La vida de Bryan Johnson nos muestra hasta dónde puede llegar el deseo humano de extender la juventud y desafiar los límites naturales. Aunque el tiempo dirá si sus métodos resultan efectivos, su historia nos invita a reflexionar sobre nuestro propio enfoque hacia el envejecimiento y cómo vemos la vida misma.