La comuna de Santa María, en el centro oeste de Catamarca, va a crear el parque Sitio Sagrado y un polo de interpretación de etnias andinas, entre otras muchas ideas para desarrollar el turismo arqueológico este verano.
En este departamento se ofrecen al turismo múltiples actividades vinculadas a la arqueología, en sitios de esencial valor, entre aquéllos que se resaltan Las Mojarras, Fuerte Quemado, las ruinas de los Quilmes y del Tolombón y el Pichao.
El desarrollo de este género de paquetes de viajes contribuyó a que en esos lugares se revalorizaran las residencias tradicionales, las costumbres y los saberes populares, con exactamente los mismos pobladores como primordiales promotores y divulgadores de esas tradiciones.
El secretario de Turismo de Santa María, Claudio Velarde, apuntó que «por ese motivo se proyecta la creación del parque arqueológico Sitio Sagrado, a unos 3 quilómetros al sur de la urbe, en un campo conocido como Rincón Chaval, y de un Polo Científico Arqueológico de Interpretación de las Etnias Andinas».
Velarde afirmó que en estos espacios, que van a ser singularmente acondicionados para cobijar vestigios recuperados en la zona, «confluirán la investigación y la divulgación arqueológica y paleontológica».
El pucará de Cerro Pintado, situado a unos 4 quilómetros de Santa María, es un lugar de simple acceso en el que, en tiempos precedentes a la invasión del Imperio Inca, funcionaba una fortaleza con peculiaridades protectoras.
Este vestigio arqueológico emplazado sobre una lomada, su recorrido demanda una hora y media entre la ida y la vuelta y, si bien la visita merece mayor tiempo, para recorrer singularmente su parte alta, donde persisten construcciones originales, con muros de contención, plazas, talleres y casas que dejan imaginar de qué manera era la vida en ese sitio.
El secretario de Turismo de Santa María resaltó que «este lugar fue declarado Monumento Histórico Nacional en mil novecientos noventa y cuatro y cuenta con un cuidador designado por el área de Antropología de la provincia de Catamarca».
Otra de las referencias de este circuito de turismo lugar arqueológico es Fuerte Quemado, a once quilómetros de Santa María, donde se puede querer la riqueza cultural y también histórica de las etnias santamariana, de Belén y San José, y la mezcla de los estilos arquitectónicos de los incas y de la colonia.
El lugar arqueológico de Fuerte Quemado tiene una antiguedad de seiscientos años y está desarrollado sobre un quilómetro cuadrado sobre el cerro Pintado.
La superficie está rodeada por pircas y otras construcciones de baja altura, al lado de las que hay residencias de planta cuadrangular, subdivididas interiormente, y circuitos circulares apartados.
Las huellas de la cultura santamariana asimismo se pueden querer con nitidez en las artesanías exhibidas en Museo Arqueológico Eric Borman, que reúne muestras de hace unos once años hasta las cerámicas de los periodos agroalfareros, anteriores a la llegada de los españoles.
Las artesanías de este espacio se identifican por sus tejidos regionales en colores vivos plasmados en entapices, ponchos, mantas, alforjas y colchas en lana de oveja y de camélidos americanos.